miércoles, 12 de septiembre de 2012

¿Te apetece un trago?

Habilidor se volvió con toda cutela y miró el barril que tenía detrás. El olor de la habitación había cambiado, sentía el oro puro rezumando suavemente entre los viejos tablones. Con sumo cuidado, cogió un vasito de debajo del mostrador y dejó que unas cuantas gotas del oscuro líquido dorado escaparan del grifo. Lo contempló pensativo a la luz de las lámparas, lo hizo girar entre los dedos, lo olfateó unas cuantas veces, y engulló el contenido de un trago. Su rostro permaneció inmutable, pero los ojos se le llenaron de lágrimas y la gargante se le estremeció, Su esposa y Esk le miraron, mientras una delgada película de sudor le cubría la frente. Pasaron diez segundos. Obviamente, el posadero se disponía a batir algún heróico record. Podía haberle salido humo por las orejas, pero eso no era más que un rumor. Sus dedos tamborilearon un extreaño ritmos sobre la barra. Por fin, tragó saliva, pareció tomar una decisión y se volvió solemnemente hacia Esk.

- ¿Hwarl ish fnish saaaarghs ishfhs oorgsh? - Preguntó. Frunció el entrecejo y lo intentó de nuevo.
- ¿Aargh argh shaaaah gok? Se Rindió. - Bharrghs nargh!

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1 comentario:

  1. En el Tambor Remendado te puede pasar cualquier cosa

    Nadie aplaudió. Por otra parte, tampoco nadie tiró nada. Para lo que se estilaba en el Tambor, aquello era una cálida bienvenida.
    Soul Music

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